Las papas aliñás son unos de los entrantes más típicos de la provincia de Cádiz. Raro es el bar o incluso el restaurante que no tiene su versión. También es un habitual en cualquier casa o para llevar a un día al campo o la playa.
La sencillez de su elaboración y lo humilde de sus ingredientes la convierten en un plato perfecto para cualquier familia. Su sabor, en un evento digno de celebración. Desde el exilio, una forma de viajar a casa.
Un plato barato y un acompañamiento perfecto para cualquier comida o celebración.
En la Peña Andaluza La Gata queremos traer algunas de estas recetas que nos hacen sentir en casa. Verdadero patrimonio gastronómico al alcance de todos.
Empezamos con esta receta de papas aliñás, capaz de trasladarte a la Viña en un abrir y cerrar de ojos. Esperamos que la disfrutes.
Ingredientes
- 2 patatas medianas / 1 patata grande por persona
- 1 cebolleta cada dos personas
- 1 huevo por persona
- Perejil fresco
- Cebollino
- Sal gorda
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de Jerez
Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Modo de elaboración
En primer lugar, echamos las papas en una olla grande con agua fría y las ponemos a cocer. El tiempo de cocción va a depender del tamaño de la papa. Para conseguir una cocción uniforme, es importante que todas las patatas tengan un tamaño similar.
Igualmente, recuerda ponerlas a cocer con piel.
A la vez, en una olla más pequeña, pon a cocer los huevos que vayas a necesitar en función del número de comensales. Una vez que empiece a hervir, deja cocer por 8 minutos y después corta la cocción con agua fría del grifo.
Puedes pinchar una patata para comprobar si están listas (de ahí que recomiende que todas sean del mismo tipo y tamaño) pero no lo hagas con todas para que no queden aguadas.
Un poco antes de que las patatas tengan el punto de cocción perfecto las retiramos del fuego y las dejamos reposar en su propia agua.
Mientras esperamos que se atemperen podemos cortar la cebolleta y el perejil. En Cádiz es habitual usar cebolla roja, yo prefiero cebolleta, pero realmente cualquier variedad de cebolla queda estupendamente.
Una vez que podamos pelarlas sin quemarnos, vamos a ello. Recomiendo usar guantes de látex para poder manipular las patatas a una temperatura más elevada. Que las patatas estén calientes en el momento del aliño es el único verdadero secreto de la receta.
Si están frías, no absorberán tan bien el sabor del aceite y el vinagre.
Cortamos en trozos pequeños y mezclamos en una fuente con la cebolleta, el perejil y la sal gorda. También cortamos los huevos duros y mezclamos en la fuente.
La proporción de aceite de oliva virgen extra y vinagre es el otro gran secreto de la receta. Personalmente, me gusta con un 80% de aceite de oliva virgen extra y un 20% de vinagre de Jerez. Si usamos vinagre de manzana u otro vinagre menos fuerte, podemos aumentar el porcentaje de vinagre.
Esta receta también queda muy bien sustituyendo el vinagre por vino de limón. Lo importante es que la mezcla sea abundante para que la patata absorba el sabor. ¡Mojarás pan!
Si quieres que el aliño te quede emulsionado puedes usar una de las yemas de huevo, echar el vinagre e ir incorporando poco a poco el aceite de oliva virgen extra. Es un pequeño truco que mejora ligeramente la receta pero tampoco cambia el sabor en absoluto.
Mezclamos todo y echamos un poco de cebollino por encima para decorar.
A continuación, la dejamos a temperatura ambiente al menos tres horas para que coja el aliño.
La papas aliñás originales se comen a temperatura ambiente, no del frigorífico.
Aún así, si te sobran, pueden meterlas en el frigo y se podrán comer durante un par de días. Recuerda que las patatas y el frío no se llevan muy bien, por lo que se perderá parte de la textura y el sabor, pero siguen siendo igualmente muy sabrosas.
Si eres vegana o vegano, puedes quitar los huevos de la receta sin ningún problema.
En Cádiz es muy habitual echarle algo de pescado. Puede ser atún en lata, la versión más básica o gambas, ventresca, caballa, pulpo o melva. Tú decides.